martes, 30 de octubre de 2012

DE LA VIDA Y SUS ANDARES

Hace algún tiempo, sonaba con un poco de temor, salir de los avatares acostumbrados e iniciar una aventura   poco común, así que entendiendo las circunstancias y los alcances mire por la ventana de mi 5 piso en Barranquilla, desde donde se calcaba en el horizonte bocas de ceniza y me dije, hagamoslo!

Así que me aventure a tomar una beca que aseguraba mi permanencia en España 15 meses  y agarrando maletas salí del continente. Por que no? la vida es mas que nuestra rutina, y si no aventuramos quizá todos los días serian lunes.

En esta parte solo me referiré a lo que pasa en la mente de un Colombiano cuando llega a zona de las copas de fútbol mas vistas en el mundo. 

Después de 10 horas por los aires... Te asomas por la ventanilla y ves calles y carreras bien definidas y matemáticamente exactas sobre Madrid. Por un instante, olvidas que existen transversales, avenida # sur, diagonal septentrional , rotonda izquierda, todas las indicaciones que existen en nuestras ciudades de origen para que llegues a una ubicación pero que al contrario terminan por confundirte.

Aterrizas y ya luego esperas por la bienvenida  en una fila con tu pasaporte en mano y que ves?, una carpa inmensa de acero amarilla con blanco llamada Aeropuerto de Barajas, muestra de ingeniería y practicidad, hombres y mujeres de todas partes del mundo que deciden hacer su entrada a Europa por este puerto pero que reserva algo especial para quienes venimos de América del Sur. 

Tantas historias! que si trajeron heroína en las pantaletas de una abuela  lisiada, que si metieron cocaína entre las garras de un gato con botas o marihuana dentro de las patas de unos enormes  lentes retro con motivo de arco iris,  en fin, todas estas historias de dicen por ahí .. se convierten en el motivo por el que cientos de latinos que llegamos a Europa por Barajas somos revisados exhaustivamente, como en todos los aeropuertos internacionales.

Lo primero que piensas es....vaya! y esos guantes azules para que son? sera que nos revisaran entre las nalgas? 

Sera que hay rayos láser que pueden detectar lo que te comiste ayer? es posible, claro, porque es así como han encontrado tantas María llena eres de gracia. Pero como no llevas nada en tus entrañas mas que un café con leche y un acompañante de harina refinada. Eh? harina refinada? vaya ojala no haya una confusión como con narco-bollo.

Probablemente, se te pasa por la mente la imagen de tu páncreas traslucido frente al computador de un desconocido mientras vas por la fila.

Tal vez te pedirán que abras tu maleta para ser revisada, miraran todo tu interior reflejado en una maleta,  es seguro que verán tu ropa enrollada, porque así nos dicen nuestros amigos colombianos que se logra mejor espacio, somos criaturas de hábitos y una vez hayamos uno,  deseamos que la mayor cantidad posible de nuestra misma especie la experimente también y a futuro nos agradezca por salvarnos la vida aumentando la capacidad de nuestra maleta.

Llevaba dos para ser exacta y muy enormes, sacar todo lo que llevaba allí seria una verdadera odisea.

Mi mente llevaba un adelanto de 20 min frente a mi realidad de la enrome fila que repentinamente fue dividida. - (en acento español)  colombianos, ecuatorianos, venezolanos, provenientes de Sur América a la derecha,  y ese fue mi camino donde al final del túnel  se veía la luz y se encontraba con mis pensamientos previos.

Así que llego el momento de ver si todo lo que me contaron en las despedidas improvisadas u organizadas que enfrente antes de viajar eran ciertas. 

COLOMBIANOS Y COLOMBIANAS

NO ES CIERTO. 
Somos bien atendidos, recibidos y entrevistados y dados por bienvenidos en el país donde se alojaron nuestros tesoros pre-colombinos. 

Todo se trata de llegar y tener los colores de la bandera en la frente y es seguro que nos harán preguntas como en todas las estaciones de migración pero prima la vibración de nuestro corazón para saber que a pesar de que muchos se han equivocado y han dejado en esta arena su dignidad,  somos mas los que al calor de un ajiaco, un sancocho, una cazuela,  nuestros padres nos ensenaron el valor de ser quienes somos.

Es seguro que por algunos anos mas, tengamos que resistir hostilidad en el corazón cuando llegamos a un aeropuerto internacional,  todo por cuenta de las memorias de Pablo Escobar  y  de todos los que se han puesto un par de orejas de burro a la vista de la sociedad. 

La verdad acerca de salir al mundo, es que estamos listos en este instante para que nos interroguen  nos esculquen la maleta y es el tiempo de dejar los fantasmas de las historias que habitan en nuestra mente y en la de nuestros compatriotas.

Nos merecemos ser padres de una nueva generación de colombianos que han de entrar por todas las puertas del mundo con su pasaporte en alto y sus ganas de comerse el mundo.

Sara De La Cruz